Hace un par de meses cambié mi colchón por uno de látex. Desde entonces padezco de insomnio (aunque siempre he sido de poco dormir y bastante vespertino). En aquel colchón durmieron, además de yo, Vincent, Jean Charles, Sandra (estos tres son franceses que vinieron de intercambio), mi ex y algún que otro amigo. Es increible como cambiamos unas personas por otras y como la ausencia de recuerdos sobre los que dormir te quita el sueño. De todos ellos, realmente a la que más echo de menos es a Sandra, una francesa de orígenes portugueses que vivía en Nîmes pero que ahora está "65 miles plus loins, 4 ans plus tards". Me jode mucho lo que la distancia puede hacer a una relación. Espero que algún verano nos reencontremos en Nîmes, Oporto, Murcia o en New York.
jueves, 5 de agosto de 2010
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