viernes, 2 de abril de 2010


Aplaudo la intervención de este hombre al evitar una agresión de género. Con él también he entendido lo que mi madre me decía cuando me enfadaba con mi hermano menor y le metía un sopapo - cariñoso de hermano-en la cabeza: "no le des en la cabeza que se va a volver gilipollas". Esa frase siempre me había inquietado y siempre me había preguntado si de verdad alguien podía volverse gilipollas con una colleja. Necesitaba un ejemplo y lo he encontrado. Como no me gusta ver la tele salvo algunos dibujos con poca moralidad y alguna cosa más, hoy he leido en el periódico la bárbaridad que este hombre dice. Defiende tener un arma cuando ha sido víctima de un enfretamiento que, seguramente en caso de que todos lleváramos un arma encima, hubiera acabado peor. Es más, seguro que si todo ciudadano ejerciera su derecho a poseer armas de fuego, las cifras de víctimas de violencia de género ascenderían.
Si fuera ya dantesco todo esto, SuperNeira ataca a la Constitución española y para colmo sale a escena esa mujer capaz de cambiar los elementos de sitio, sí señores, es Esperanza Aguirre defendiendo estos ataques.
Desde mi punto de vista Neira ha utilizado el papel de heroico con fines partidistas y en él subyace un perfil machista. Creo que en el hospital vió un tunel que terminaba en un plató de televisión de una sociedad dantesca en la que prestamos más atención a chiquilladas que en mirar al futuro e intentar logar lo utópico en lo humano, ético, ambiental y tecnológico.
Y ya me callo, que este señor me ha puesto de los nervios.

1 comentario:

  1. That's great.
    Comparto todas y cada una de las palabras que has escrito.

    P.D.: ¡¡¡¡Vaya sustos me da la canción que tienes aquí puesta , coño!!!! Jajajajajaja.
    P.D.2: Aunque pensándolo mejor, me asustan más Aguirre y sus secuaces (Neira, entre otros).

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