sábado, 30 de enero de 2010

Sin los malos, las películas infantiles serían un muermazo.
De pequeño jugaba a la Bella Durmiente: un oso de peluche el príncipe, mi prima y Ali como las hadas madrinas, María la bella durmiente y yo el dragón y la bruja Maléfica.
El caso es que hoy han puesto en cuatro la Bella Durmiente y ahora mismo me acabo de meter al correo y tenía uno de Ali recordándome esas tardes de roles.
De pequeño era un "cizañas" y me gustaba sacar los peces de la pecera de mi prima durante unos instantes y ver como agonizaban, e inmediatamente introducirlos para que no murieran para luego volver a sacarlos y así sucesivamente. Lo mejor era que cuando mi prima se hartaba de ver como martirizaba a sus peces me cogía y me apartaba, pero yo entonces le vaciaba la pecera por el suelo. Era mi forma de dictar en la casa de mi prima. Ahora que lo pienso, con 4 o 5 años tuve que ser bastante repelente, pero mira, las tardes no eran un muermazo.

1 comentario:

  1. que malo malísimo!! jojojojo...
    yo tenía un pollito rosa que murió...mi primo tenía un pollito amarillo y no se murió...
    estaban juntos yo pensé que el pollito amarillo mató al mío rosa y cogí al pollito amarillo y lo tiré por el balcón en el justo momento en que pasaba un coche ... no murió... el pollito tenía más vidas...no conté con eso.

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